Compruebe que la presión de los neumáticos sea la correcta. Revise que las válvulas no estén dañadas y que las cubiertas contra el polvo del eje del acoplado se encuentran en su lugar.
Retire todos los objetos atrapados en la llanta del neumático y asegúrese que el grosor del mismo cumple con las disposiciones camineras de la localidad.
Cerciórese de que los neumáticos no presenten cortes ni combas.
Examine todas las ruedas para ver si presentan daño por reborde o por un golpe fuerte en el camino.
Compruebe que las tuercas de las ruedas están asentadas en forma correcta y que no muestran signos de estar sueltas.
Compruebe que el nivel de aceite en los cubos de eje se encuentra entre los niveles mínimo y máximo, en caso de que los ejes sean del tipo relleno con aceite.
ADVERTENCIA: Tras quitar y volver a colocar una rueda con tuercas ISO, asegúrese de que las tuercas se vuelvan a ajustar cuando se han recorrido entre 50 y 100 km recorridos. Si olvida hacerlo, podría ocasionarse la pérdida de una rueda.